La Federación danesa de balonmano (DH) está en una crisis con el equipo femenino porque la institución acordó un importante recorte en los sueldos y dineros para las jugadoras nacionales. La DH insiste en que no puede permitirse el lujo de pagar a las jugadoras más de lo que se ha ofrecido, lo cual significa casi una disminución de casi el 50% de sus dietas, salarios y beneficios.
Según los periódicos daneses solo 6 de las 44 jugadoras de las elegibles han aceptado las nuevas reglas de la DH. El resto de las atletas han firmado una declaración conjunta con la Asociación de Jugadores de Balonmano, donde demandan un debate y mejores condiciones antes de volver a estar disponibles con el equipo nacional. Las jugadoras han sentido presiones incluso desde sus propios clubes para asistir a la reunión de la DH y firmar el nuevo tratado.
La selección masculina de Dinamarca ha mostrado su total apoyo a las jugadoras, ya que los trascendidos dicen que la DH ha priorizado los dineros para ellos en desmedro de las mujeres. Iconos danesas como Trine Troelsen, Camila Dalby, Mie Augustesen, Mette Melgaard, Lærke Moller y Susan Thorsgaard anunciaron que renuncian a jugar en estas condiciones. Complicada situación que vive el equipo absoluto que debe jugar dos partidos amistoso ante Rusia, y además su clasificación al Mundial de Brasil ante Polonia.
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