Con bastantes expectativas llegué al Palau Blaugrana, esperando ver un partido apasionante, con mucha calidad, y enbellecido por la sutileza del dos veces Mejor Jugador del Mundo: Ivano, el mago Balic, entre en el Palau. Miro hacia la pista y avisoro a los gigantes croatas preparando su ortodoxo calentamiento, al mando de Zola, el ex guardameta de las tantas veces campeona Croacia. Impresionado por la estatura, fuerza y calidad de los croatas, no me esperaba un partido sin calidad. Un equipo que sin duda les pondria las cosas muy difíciles al todopoderoso Barca, quien iba de la mano del rocoso Iker, y de nuestro querido compatriota Marco Oneto. Era de esperar que Marco no jugara demasiado, ya que el tonificado y apunto danés Nodesbo esta sin duda, en su mejor momento. El partido empezó bien, bastante duro, pero sin espectaculares acciones por parte de los principales artilleros de ambos equipo. El Mago Balic regó un par de gotas de su calidad, pero nada comparado a lo que ha hecho con el Portland, ni hace unos años con su selección. Mientras por el otro bando, el poderoso Shiarei Rutenka apenas toco la pista, e Iker intento romper la compacta defensa croata varias veces, pero sin mucho éxito, se vio opacado, a veces, por sus torpes acciones.
Marco ha entrado unos minutos en la primera parte, pero el duro Xabi Pascual no le ha dejado superar el umbral de error, y le ha cambiado luego de un pequeño desacierto en ataque.
Así siguió el partido hasta la segunda parte. Igualado y destacado por las débiles defensas de ambos equipos, reflejadas por un abultado marcador. La diferencia la marcó claramente el rocoso Romero, que con sus repetidas penetraciones, rompió la defensa y la portería en varias ocasiones. Una correcta defensa del Barca a falta de 5 minutos, con una personal al Mago Balic, y un par de contragolpes de Juanin Garcia, han brindado una cómoda pero justa victoria para el Barcelona.
Atentamente
Harald Feuchtmann
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