viernes, 21 de mayo de 2010

Descubriendo Historias BM: Oscar Río

Estar en Europa, es estar en el primer mundo del balonmano. En cada pista, en cada pabellón y en cada club se tejen historias de hazañas logradas y no logradas, de míticos jugadores y recordados partidos. Esta vez cruzamos palabras con Óscar Río, jugador actual del Torrelavega, de División de Honor, que entre su irreprochable currículum tiene diez temporadas en la máxima liga del mundo: ASOBAL. Acumuló más de 500 goles en esa categoría, fue internacional con la Selección española juvenil y junior. Pertenece a la "genereción de los ochenta" del balonmano español que logró medalla de plata en el Mundial Junior (2001) y bronce en el Europeo de Grecia (2000) con Iker Romero, Santi Urdiales, Chema Rodríguez, Carlos Prieto, entre otros.

A los 15 años comenzó a entrenar con los grandes del balonmano en el entonces temido y reconocido Teka Cantabria. Jugadores de la talla de Talant Dujshebaev, Mats Olsson, Mateo Garralda, Hombrados, fueron su guía dentro y fuera de la pista. Enseñanza envidiable para cualquier joven que se inicia en el balonmano profesional. Gracias a estas vivencias hoy el primera línea es un jugador incisivo y decisivo. Estar y compartir con los grandes es algo que agradece Óscar Río...

Vamos a ir al grano primero, ¿Cómo estuvo ese último partido de liga contra Almoradí Mahersol?
Pues, la primera parte tuvimos siempre el control del partido, íbamos con dos o tres goles por encima, pero en la segunda parte fue todo más igualado y se notó que Almoradí se jugaba la vida y nosotros no.

Y ¿qué nos puedes decir de Emil?
Muy bien, es el jugador más destacado de Almoradí, y contra nosotros hizo un gran partido.

Cuéntanos de tu etapa en el Teka Cantabria, ¿vivíste los años dorados?
Empecé a entrenar con el primer equipo a los 15 años. y pude disfrutar de Talant, Olsson y compañía. Luego ya como jugador profesional llegué a ganar una Recopa de Europa, y una Copa ASOBAL. Claro, después llegaron años peores.

Entrenar, compartir con Talant debe haber sido una gran experiencia.
Claro que sí, pero mi ídolo era Mikal Jakimovich. Pero claro, Talant era muy bueno, un espectáculo. Yo siempre intenté aprender de él, era muy bueno y siempre daba consejos. Hoy la relación con él sigue manteniéndose, porque sigue viviendo en Santander y lo veo con frecuencia. Siempre doy gracias porque en mi carrera he tenido la suerte de compartir vestuario con grandes jugadores.

¿En Torrelavega como te sientes?
Muy bien, muy a gusto. Tienen un proyecto interesante, son personas serias, y la afición es impresionante.

¿Algún mensaje para los jóvenes chilenos del balonmano?
Pues nada, yo los animo a que cumplan sus sueños.


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